En los clústeres de las industrias culturales y creativas (conocidos como “quarters” o “distritos”) también ocurre la concentración de empresas, emprendedores y profesionales independientes que colaboran para generar productos y servicios, cuya propiedad intelectual suele ser compartida. Sin embargo, a diferencia de otros sectores, en las industrias culturales y creativas existe una alta dependencia de las redes de contactos para alcanzar el trabajo colaborativo. Bajo esta lógica de trabajo, cada participante, sin importar su dimensión, se beneficia de la red y está en capacidad de operar como si contara con la infraestructura y el talento de todos los involucrados.

En este tipo de industria, las conexiones sociales podrían ser tan o más importantes que la proximidad geográfica, razón por la cual las colaboraciones para la consecución de objetivos y la ejecución de proyectos pueden ocurrir a nivel global.